Cofradía Nuestra Señora de los Dolores

El 27 de Agosto de 1868, siendo Párroco D. Lope Montero, nacen como Hermandad de los Dolores y Corazón Santísimo de María, dos cofradías paralelas.

Las dos cofradías llevan sus ingresos y gastos paralelamente hasta que en 1974 la Hermandad del Santísimo Corazón se funde con la de Nuestra Señora de los Dolores.

Desde 1868, año de su fundación, hasta noviembre de 1939 solo estaba formada por “hermanas”, siendo en este año cuando empiezan a ingresar en ella varios hombres.

Imágenes que procesiona: Nuestra Señora de los Dolores

Fue parte de las imágenes creadas en el convento de San Francisco hoy desaparecido.. Su datación puede ser la primera mitad del siglo XVII.

El grupo de la Virgen de la Piedad: María y su Hijo desclavado de la cruz, cuyo cuerpo inanimado sostiene sobre las rodillas.

La Virgen, una imagen de vestir o de bastidor que sólo tiene esculpidas las partes no cubiertas por los ropajes: cara y manos, muestra al espectador a su hijo y en su cara refleja el dolor por su muerte incrementado aún más si cabe por el añadido de las lágrimas de cristal que corren por sus mejillas.

Las manos están abiertas y desplegadas para sostener el cuerpo Cristo. Porta una corona de plata en la cabeza y en el pecho, del mismo material, un corazón atravesado por siete espadas, que corresponden con las siete caídas de Cristo en el camino del Calvario. Una luna de plata recortada en forma de creciente ocupa toda la parte central del vestido de la Virgen, evocando la castidad de Diana. Después de la victoria de Lepanto, la cristiandad interpretó el creciente de la luna bajo los pies de la Virgen lnmaculada como un símbolo de la victoria de la cruz sobre la media luna turca.

Cristo, desnudo y ya muerto, recientemente desclavado de la cruz, está en brazos de su madre, desplomado, magullado. El interés se centra también en el rostro, alargando los rasgos, terminando la barba en dos picos, mostrando regueros de sangre, ojos entreabiertos, algo que genera una gran carga expresiva que conmueve al espectador. Un ideal contra reformista del momento que exigía al arte un lenguaje realista con una expresión dotada de intenso contenido emocional para incrementar el fervor y la devoción del pueblo.